Los niveles educativos de los últimos 35 años: Nivel Inicial.

Hasta mediados de la década del '70, el Nivel Inicial había logrado sostener su crecimiento, pero con la llegada del proceso de reorganización nacional sufrió el embate de una política de ajuste y de reestructuración en el marco de prácticas autoritarias y represivas; y como las demás instituciones, fue controlada y vigilada.
La transmisión de saberes estuvo emparentada directamente con un modelo de sociedad y familia única, acorde a los principios de una moral que debía impregnar a la sociedad toda. La educación inicial no fue considerada un derecho de todos ni un bien social, por esta razón, lo más ‘‘adecuado’’ para el niño era quedarse en casa con sus padres el mayor tiempo posible (4-5 años). La censura y la represión llegaron a todos los rincones del país. Hubo autores y artistas cuyas obras dirigidas al público infantil fueron reprobadas y prohibidas. Los lineamientos curriculares fueron taxativos y los docentes, sus meros ejecutores, sin posibilidades de creación y recreación.


Más tarde, con la vuelta de la democracia en 1983, se pasó de la denominación de Educación Preescolar a Nivel Inicial. La apertura democrática recuperó debates y la necesidad de afianzar proyectos educativos vinculados con formas de vida soberana. Hacia finales de esta década, cobró visibilidad en la ciudad de Buenos Aires una nueva institución de educación inicial: la Escuela Infantil. Esta institución recibió a los niños desde los 45 días de vida hasta los 6 años. La década culminó con crisis económicas y sociales. Las demandas de docentes y familias, por mejores oportunidades y condiciones socio-educativas estuvieron a la orden del día. 
En los años '90, tomó fuerza el debate por la definición de los contenidos para el Nivel Inicial. La sanción de la Ley Federal de Educación N° 24.195 lo exigió como parte del sistema educativo, estableciendo la obligatoriedad de la sala de 5 años. Por otro lado, se instauraron los Contenidos Básicos Comunes para todos los niveles. 
Con la sanción de dicha ley, de acentuados rasgos neoliberales, quedaron explicitados los objetivos y contenidos del nivel. Sin embargo, aún no se definía la responsabilidad político-económica de las salas de 4 y 3 años, y mucho menos del Jardín Maternal, quedando este delegado a la responsabilidad de cada jurisdicción. 
En el año 2006, se produjo un viraje en la política educativa con la sanción de la Ley N° 26.206. La Ley de Educación Nacional planteó la responsabilidad estatal, estableciendo que la educación inicial abarcaría a los niños y niñas desde los 45 días hasta los 5 años inclusive. 
Este nivel educativo se constituyó en una unidad pedagógica conformada por dos ciclos: Jardín Maternal y Jardín de Infantes. Estas fueron algunas de las cuestiones que se establecieron:
Obligatoriedad de las salas de 5 y 4 años.
Universalización de la sala de 3 años.
Articulación con otras modalidades del sistema educativo.
Fortalecimiento de la gestión educativa.
Creación y sostenimiento de equipos de conducción educativa de Nivel inicial.
Reconocimiento de formas organizativas que permitan el acceso a la educación inicial de todos los/as niños/as del país.
Desarrollo de modalidades alternativas y flexibles que respondan a las necesidades del niño y de sus familias.
Implementación de la sala multiedad como alternativa pedagógica.
Espacios federales para la construcción de acuerdos y lineamientos político-pedagógicos y socioculturales.
Promoción del intercambio intercultural entre referentes de pueblos originarios para favorecer procesos de inclusión y promover la igualdad educativa.
Elaboración de pautas para la reglamentación y supervisión pedagógica de los establecimientos de educación no formal que atienden a la población infantil desde los 45 días hasta los 5 años inclusive.


Todo esto se encuadró con la recuperación del rol principal del Estado, como responsable y garante. Si bien hubo avances cuantitativos y cualitativos en el alcance de la cobertura, en reformas curriculares, en formatos institucionales y de gestión, el proceso de políticas educativas orientadas a promover condiciones igualitarias para la escolarización de la primera infancia debe seguir desarrollándose, puesto que contamos con una larga historia de desigualdad en el acceso a la educación inicial, que es menester revertir. También porque las políticas neoliberales han socavado el desarrollo del Nivel Inicial en las diversas jurisdicciones, con la descentralización y la falta de financiamiento. 

El siguiente video del Canal Encuentro nos muestra el desarrollo del Nivel Inicial en Argentina durante estos últimos 35 años. 

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