La creciente fragmentación de la experiencia escolar.

Cuando nos preguntamos por la escuela, es difícil pensarla hoy en día como algo singular, puesto que dichas instituciones se encuentran diferenciadas por varios aspectos, tales como: sociales, culturales y económicos.
Al hablar del sistema educativo podemos pensar en dos conceptos, segmentación y fragmentación. El primero determina un espacio integrado, pero diferenciado jerárquicamente en relación con el origen social de sus miembros. El segundo tiene que ver con espacios más o menos cerrados que reúnen una serie de escuelas organizadas con un patrón cultural determinado. Este concepto se utiliza para describir al espacio educativo y social como un compuesto de fragmentos que carecen de referencia a una totalidad que le es común o un centro que los coordina. Se trata de un fenómeno propio de una sociedad polarizada. Cada espacio es cualitativamente diferente al otro. Las instituciones agrupadas en cada fragmento son diferentes a las de otros fragmentos, lo que produce que sea difícil hacer comparaciones entre ellas para ordenarlas escalonadamente como mejores o como peores escuelas.


En el pasaje del nivel primario al secundario entre los años 1983 y 1984, se lograron detectar los efectos sociales en el modo de funcionamiento del sistema educativo heredados a comienzos de la etapa de construcción de la democracia. Se puso en evidencia la diferenciación de los recursos humanos, materiales y pedagógicos en las escuelas primarias y secundarias por niveles sociales. De esta manera las mejores escuelas incorporaban a los mejores posicionados en la escala social, mientras que aquellas en peores condiciones se ofrecían a las partes más empobrecidas. 
Con el transcurso del tiempo, el sistema educativo se mostró cada vez menos integrado. Las instituciones se fueron delineando muy diferentes entre sí debido a las distintas representaciones y el sentido otorgado a la educación en general. La visión sobre las escuelas y la formación recibida de profesores y alumnos de sectores altos, medios y bajos revelaron un panorama de profunda fragmentación de una experiencia educativa que alguna vez se pensó como homogénea. 
Los procesos de segmentación del sistema educativo se incrementaron en gran medida por la fragmentación jurisdiccional. Esto se dio como consecuencia de los cambios que trajo la Ley Federal de Educación, traduciéndose en un proceso que se encargó de acentuar las diferencias entre las escuelas de distintas jurisdicciones. En el país coexistían alrededor de 55 combinaciones diferentes de lo que había sido hasta ese momento la oferta educativa tanto de los niveles primarios como secundario, evidenciándose enormes disparidades a nivel interprovincial con respecto a la estructura, los recursos destinados a la educación, cantidad y calidad de escuelas, las tazas de escolaridad, repitencia y abandono.


En el siguiente video de la UNIPE se explican de manera clara y concisa los conceptos de segmentación y fragmentación trabajados en la presente entrada.


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